Estar continuamente al cuidado de alguien y que nuestra vida gire en torno a él puede ser algo agotador. Por ello:

- Ayúdele y anímele a ser lo más independiente posible. Esto hará sentir muy bien a la persona afectada y lo descargará de muchas tareas a usted.  
- No fomente el rol de enfermo: una persona con secuelas por DCA no es un enfermo. Una enfermedad como el resfriado dura un tiempo y se cura sin dejar secuelas. La situación en la que se encuentra una persona con DCA es relativamente estable aunque tiene un enorme potencial de recuperación y aprendizaje. No lo olvide usted y hágase lo saber a él/ella. De esta forma nos motivaremos todos en la recuperación y nos sentiremos mejor. El rol de enfermo sólo sirve para que la persona afectada haga cada vez menos cosas, con el consiguiente deterioro de la autonomía y del estado de ánimo, fomenta actitudes victimistas y puede llegar a ser muy irritante para el resto de familiares y amigos. 
- Intente tratar a la persona afectada como al resto de miembros de su familia. Le ayudará a normalizar su situación y, aunque, al principio pueda haber llamadas de atención, en realidad es mejor para él/ella.
- No esté continuamente pendiente de él/ella. Delegue responsabilidades, busque actividades para usted mismo, dedíquese tiempo y cuídese.