Cuando el afectado se comporta como si fuera muy torpe o nos pregunta una y otra vez las mismas cosas o se comporta de manera infantil, agresiva o inadecuada puede hacemos enfadar y perder los estribos.
Hay que tener en cuenta:

- No se avergüence de sentirse enfadado. Es una reacción normal y humana. Probablemente no pueda contar esto fácilmente a los conocidos puesto que pueden censurarle. Para que lo entiendan haga que se pongan en su lugar. Ser ella cuidador/a de una persona con DCA puede ser una tarea difícil y muy estresante.
- Hay que intentar no descargar nuestra furia sobre el afectado porque probablemente él/ella no intenta irritamos. El/la neuropsicólogo puede ayudarle a detectar y diferenciar aquellos comportamientos que son debidos al DCA de los que efectivamente si tratan de provocarle. Ante los primeros hay que intentar tener paciencia y tratar de ir enseñando a nuestro familiar a comportarse de manera adecuada. Con los segundos no debe prestarles atención ni reforzarlos y hay que hacerle ver al afectado que nos hace daño con ellos y que tiene que intentar colaborar para recuperarse e ir mejorando. 
- Descárguese con actividades físicas, dedicando tiempo a usted mismo/a y compartiendo el tiempo con otras personas para que la situación de su familiar afectado no lo inunde de enfado durante todo el día.