- Vigilar la posición que mantiene el afectado y corregirla sino es la adecuada.
- Revisar el estado de la piel para evitar la aparición de problemas dermatológicos (de la piel).
- Utilización de tejidos apropiados que sean cómodos y que no produzcan heridas ni rozaduras.
- Utilización de ayudas técnicas (utensilios que se utilizan para hacer una actividad que por enfermedad o afectación no se puede realizar también para facilitar la ejecución de dicha actividad) para aliviar áreas de presión como cojín antiescaras para personas que permanecen sentados durante un tiempo prolongado.
- Comprobar la temperatura de las comidas, del agua, de las superficies... para evitar quemaduras.
- Evitar la utilización de elementos punzantes, que raspen...