El coma se puede definir como un estado de inconsciencia en el que existen diferentes grados que van desde el más profundo donde el afectado no responde a ningún tipo de estimulo a niveles más leves en los que el afectado responde de alguna manera a diferentes estímulos como el dolor o escuchar la voz de alguna persona. El cine y la televisión reflejan de manera muy distorsionada lo que este estado supone ya que los personajes se despiertan y recuperan de formas milagrosas. En la vida real, el coma es más bien un proceso lento y largo de manera que la persona no se despierta de repente un día y vuelve a su vida normal. En ocasiones el "despertar" sucede durante meses. Cuanto más dure el estado de coma, mayor es la probabilidad de presentar secuelas.
No hay pruebas científicas sobre la capacidad del afectado para recibir estímulos sensitivos, ni tampoco sobre la influencia que el contacto cercano de familiares y médicos pueda ejercer sobre su recuperación. Por ello es importante que la familia mantenga una relación estrecha con el afectado.
En cuanto a las recomendaciones desde la perspectiva de la estimulación de las funciones cognitivas y del estado emocional recomendamos:
- Dirigimos a nuestro familiar por su nombre, sin alzar el tono de voz y despacio. No hay que utilizar lenguaje infantil. Hablar al afectado como lo haríamos con cualquier otra persona. (háblele de él, situación familiar, lo que le gusta, recuerdos, etc.)
- Evitar discutir la situación aliado del afectado. Aunque no muestre señales de respuesta, tal vez pueda comprender lo que se esta diciendo o aunque no lo comprenda puede reconocer el tono emocional de nerviosismo y tristeza. Emplee tonos positivos y muéstrele mucho cariño.
- Ventilar la habitación, abrir las ventanas, regulando siempre la cantidad de luz directa que entra en la habitación. El ambiente debe ser familiar y relajado.
- Las visitas deben ser cortas, el número simultáneo de visitantes debe limitarse a 1 ó 2 personas a la vez y hay que evitar otras distracciones (TV, radio, música, mucha gente hablando). En definitiva, hay que evitar la sobreestimulación del afectado.
- Dejar descansar durante períodos amplios y especialmente entre visitas.
- Es importante intentar obtener una respuesta a través de diversos sentidos (vista, oído, olfato, y tacto). Es decir, que nos mire o siga visual mente objetos, personas o fotos, que busque los sonidos del ambiente, observar sus reacciones faciales ante los olores del ambiente o de la comida y tocarlo con las manos y con diferentes objetos agradables y menos agradables para observar también sus reacciones.
- Personalizar el ambiente del afectado, para que pueda ir tomando conciencia, su reloj, póster, fotos, calendario, perfume, olores que le gustaban.
- Estimulación sensorial (visual, auditiva táctil, olfativa, gustativa, vestibular, etc.). Nuestro primer contacto con el mundo procede de los sentidos. Se trata de estimular a la persona a través de todos ellos sin sobreestimular (es decir, siguiendo unas pautas de descanso y administrando los estimulas despacio, de uno en uno y sin distracciones ni ruidos del ambiente). Puesto que nuestro familiar puede tener complicaciones médicas, problemas de movimiento o sondas hay que consultar con el equipo médico la forma de proceder en este aspecto.
La forma de llevar a cabo un programa de Estimulación Sensorial requiere un mayor desarrollo. Es conveniente que consulte con el neuropsicólogo, fisioterapeuta o terapeuta ocupacional para que le dé las pautas adecuadas para llevarla a cabo.